domingo, 26 de septiembre de 2010

¿Quién dijo que las canas pesan en el tupé?

El pasado jueves 23 de setiembre más de uno, de dos y de tres asistimos al concierto de Loquillo , una entre las más bien escasas propuestas musicales entre las actividades de la fiesta de la ciudad condal, La Mercè.
La gira Loquillo rock & roll 30 años 1980 / 2010 no dudó en hacer su tercera parada en la ciudad natal del cantante, donde pudo disfrutar de un escenario privilegiado frente las fuentes de Montjuïc.


El concierto empezó con el repertorio actual del Loco en solitario; algunos tarareaban tímidamente alguna estrofa mientras otros se balanceaban sutilmente al ritmo de las guitarras brillantes de gotas de J&B sin hielo, de Jaime Stinus y Igor Paskual. Pero no abrió la botella de Don Pegrinon hasta que con Carne para linda abrió la veda, haciendo que tanto padres como hijos saltáramos al ritmo de esas canciones que marcaron un antes y un después en el rock & roll español.

Pero todo no quedó ahí... Leslei, el cantante de los Sirex, apareció para compartir escenario con ese niño  que un día sus padres llevaron a la Barceloneta para que le diera el visto bueno para entrar al mundo del rock & roll. Sabino Méndez, el poeta de Horta, aparcó sus diferencias con el Loco, y cómo en aquél 1983 a un mano a mano pasaron a la acción con Rock & roll star, Todo el mundo ama a Isabel, El ritmo del garaje, La Mataré (después de estos años de absurda censura para lo que fue una de las primeras canciones que marcaron el inicio del rock latino)... Añadiéndose Carles Segarra a voz y guitarra también; y así pues, el trio de oro hizo revivir aquella llama que un día les unió y hizo nacer una nueva forma de vivir, de sentir, de bailar, de cantar, de peinarse, de chillar... en aquella movida madrileña de los 80 con Loquillo y los Trogloditas. Destacó el agradecimiento del Loco a Sabino por sus letras, las que le hicieron llegar a ser lo que es hoy... y por eso, porque no hay mejor canción que describa esa época, esos "chavalillos" y la ciudad de Barcelona el show acabó con Cadillac solitario, adhiriéndose Santi Balmes (love of lesbian), apurando al milímetro la traca final en la que los viejos reventaron de melancolía y los jóvenes de ilusión al ser testigos de ese homenaje a  Barcelona y a los rebeldes sin causa.

En definitiva, desde los 60, los 80 hasta 2010 el cupo quedó completo con cada uno de los artistas catalanes que ponen nombre y dan fuerza al panorama pop-rock de este país, dónde la calidad parece estar en peligro de extinción.

Canción final del concierto. Cadillac Solitario. Loquillo y Santi Balmes

 Por María José Oria

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