miércoles, 2 de febrero de 2011

Las redes sociales revolucionan el mundo y el periodismo

UAB

Las redes sociales revolucionan el mundo y el periodismo

Xavier Mas de Xaxas explica una nueva forma de cubrir las noticias

El periodista y licenciado en Historia Contemporánea, Xavier Mas de Xaxas, dio una charla a sus alumnos de primero de Periodismo sobre su experiencia personal en la cobertura de la revolución de Túnez.

Mas de Xaxas, aterrizó en Cartago el 12 de Enero, como corresponsal de La Vanguardia. Fue a partir de ese día que empezó su ardua labor como cronista de la caída del régimen de Ben Ali y del paso a la transición democrática comandada por Mohamed Ghannouchi (vestigio del antiguo régimen). Éste, apenas recién llegado del país Africano, nos explica que como tuvo que mirar con la astutez de un zorro, mezclarse con los manifestantes, e incluso verse en medio de altercados, para saber cómo y por qué sucedía esta revolución ya imparable. Su deber es “ser los ojos del diario que le envía”.

Xavier, remarca que esta revolución fue llevada a cabo gracias a las redes sociales cómo Facebook, dónde todos los desafectos al régimen se mantenían intercomunicados y organizados. Un papel muy importante lo jugó el blogger Slim Amamou, que ha pasado de estar en prisión a ocupar un ministerio en el gobierno actual de transición.

A su vez, el periodista da importancia a internet. Ésta, es la herramienta fundamental que le permite poder enviarla la cronica a la redacción de La vanguardia para que pueda montarla su compañero Plàcid Garcia-Planas, periodista ,reportero internacional y profesor de periodismo de la UAB. Y además, es uno de los sitios que le permite mantener una conexión inmediata y próxima con el lector, con fotos y vídeos (entre otros soportes), gracias a Twiter.

En la charla, participaron otros compañeros de su labor docente como Teresa Carreras, que fue corresponsal en Bruselas de TV Española durante nueve años; y Plàcid Garcia-Planas, con el cuál también trabaja en La Vanguardia. Todos ellos coincidieron en sentirse gratificados por su professión, a pesar de su dureza, porque tienen vocación en ella. Para finalizar el acto, Plácid Garcia-Planas dijo: “si no haces el amor, no seas periodista”.

martes, 1 de febrero de 2011

Dieta d'aviram

Avui fa un dia magnífic! Passejo pel barri deixant-me endur pels fabulosos aromes que fan despertar, encara més, un estómag que borda d'emoció a l'olorar que s'apropa l'hora de dinar. A la rostisseria fan pollastre a l'ast, al bar de la cantonada el fan amb xambaina, al xinès a la llimona, amb bambú o atmelles. I quan arribo a casa me'l trobo a la planxa, sec i ínsipid... I, és clar, munto un pollastre! Cosa que lingüísticament parlant no té gaire a veure amb la mala baba que gasto quan m'imposen una dieta. "Muntar un pollastre" és la traducció original de "montar un pollo" del castellà. Però és una mala traducció perquè en realitat el que s'acostumava a muntar era el "poyo", amb "y", el podi o tribuna portátil que alguns oradors portaven als fials del s. XIX per publicitar la seva causa política o difondre les seves idees. És a dir, que si volien que la gent els escoltés havien de montar el "poyo". Però nosaltres, que som catalans, sempre hem tingut la malaverança o malaventura de no ser gaire escoltats encara que muntem una tribuna o la Sagrada Família; és per això que a la nostra llengua tenim la frase feta "muntar un merder/ sidral / cacau" per dir exactament el mateix. Malgrat tot, aquest calc es cada dia més usual en la nostra llengua, sobre tot als medis de comunicació. Josep Cuní continua muntant pollastres als matins mentre jo em menjo sense esma el meu pit de pollastre a la planxa... Tot plegat, em plantejo si nomès allò que considerem de dieta és pròpiament light.